Monday, August 31, 2009

Nunca mejor dicho

Ya sé que Hugo Chávez y sus aliados son impresentables. Pero en este caso voy a hacer una excepción.

Las del Oto


Wednesday, August 26, 2009

Mejor no hablar de ciertas cosas

Es cierto lo que dice Heduardo, más sabe el diablo por viejo y gordo que por diablo. Por lo que debo reconocer que me equivoqué en la lectura. Alan se mandó un gol, que como en partido de visita de Champions, vale doble.
Me queda el consuelo de saber que algún día seré viejo. Y, tal vez, hasta más gordo que el presidente.

Tuesday, August 25, 2009

A otro perro

Cómo me gustaría creer que Alan se mandó con esas declaraciones tan torpes y provocadoras en La Tercera motivado por un exceso de amor a la patria. Pero no me sale.
Aunque hay que reconocer que la respuesta nerviosa de los otros dos países ha sido aun más torpe.

Sunday, August 23, 2009

El Derecho de Linkear


En febrero de 2007, un personaje de pasado fujimorista denunció a un blogger peruano. Ricardo Flores Chipoco (a) "Riflo" presentó una denuncia ante la Divindat contra DASH, administrador de un blog de automovilismo. Riflo no demandaba a Dash por lo que éste haya dicho, sino por las opiniones de los comentaristas de su blog (opiniones, evidentemente, poco favorables a Riflo). Antes de que el incidente pasara al Poder Judicial, demandante y blogger conciliaron y allí quedó la historia.

En agosto de 2009, un personaje de pasado fujimorista denunció a un blogger peruano. Esta vez, el incidente podía expresarse en cifras: un millón de dólares es lo que le pide Jorge Mufarech a José Alejandro Godoy. ¿El delito de Godoy? Linkear o, en castizo, enlazar hacia otras páginas webs. Pero, ¿eso es un delito?

Como diría la canción, linkear no es un delito porque hasta Google linkeó.

El hipertexto se ha vuelto algo tan común que no nos detenemos a pensar en él. En mi blog yo puedo decir, por ejemplo, "el hijo de Alan García denuncia a periodista de La Primera" y convertir ese texto en un hipertexto, es decir, en un link que te conduce un artículo del diario La Primera que cuenta el caso. Lo que estoy haciendo, implícitamente, es sustentar mi propio texto con todo el otro texto al que he enlazado. Es como decir "a mí no se me ha ocurrido de la nada que el hijo de Alan ha demandado al periodista. No, yo afirmo lo que digo basado en lo que se dice en otra web, a la que pueden llegar si hacen click en este texto".

El hipertexto es la arquitectura misma de la web. Los links no sólo sirven para que las páginas se relacionen entre sí y navegar entre ellas, sino que principalmente funcionan para que los buscadores sepan de qué tratan las páginas. Por ejemplo, si ustedes buscan a
José Alejandro Godoy en Google el primer resultado será su blog, que no se llama Godoy sino "Desde el tercer piso". ¿Por qué sucede esto? Porque muchas personas han convertido a "José Alejandro Godoy" en un hipertexto que enlaza hacia su blog. Los robots de Google leen ese hipertexto y concluyen, acertadamente, que si buscas a Godoy seguramente quieres encontrar ese blog.

Ya. Ahora prueben buscando "Jorge Mufarech" en Google. No, mejor, como propone el visitado blog Pospost, busquen "Jorge Mufarech" + "corrupción". Van a pasar un rato divertido leyendo cualquiera de los más de cuatro mil resultados que arroja Google con textos no precisamente muy halagadores hacia el ex ministro fujimorista/ex congresista toledista.

¿Por qué, entonces, Jorge Mufarech no demanda a Google? ¿Por qué, en cambio, demanda a Godoy, quien, usando hipertextos, simplemente recordó el rosario de acusaciones periodísticas que ha cargado el Jaguar de la política?

En la carta notarial que le dirigió al blogger hace un mes, Mufarech asegura que la información de Desde el tercer piso
"resulta atentatoria contra mi imagen y honor de mi persona y familia, cuando en los buscadores de internet se consigna las palabras Congresista Mufarech, Jorge Mufarech y Mufarech Nemy".

Si Mufarech quería limpiar su nombre en Internet, su abusiva demanda ha conseguido precisamente lo contrario. Que pruebe ahora buscando esos mismos términos para ver qué encuentra: decenas de blogs que lo tratan de loco para abajo.

La gente en Internet es incontrolable, pero eso no lo entienden nuestros autoritarios políticos. La abortada Ley Mordaza del aprismo apuntaba, entre otros objetivos, a los usuarios de Internet, obligando a que todos declaren sus nombres completos y "lugar exacto desde donde se emite" el medio (medios electrónicos incluidos, por ejemplo, blogs o cuentas en Twitter o Facebook), además de agregar innecesariamente que el delito de difamación también se ejerce a través del "periodismo digital a través de la Internet" (¿por qué no se especificó la televisión o la radio?).

¿Es coincidencia que la demanda contra Godoy aparezca en el contexto de la Ley Mordaza? Ni una ni la otra prosperarán, pero han cumplido su misión. La advertencia a los internautas peruanos ya está hecha: los estamos observando, los estamos chequeando, ya no pasan piola. No sólo lo que escriban será sujeto a escudriño, sino también lo que linkeen. Para la Internet peruana ha terminado la edad de la inocencia.
(Marco Sifuentes, Peru21)

Friday, August 21, 2009

Thursday, August 20, 2009

La tira animada


Me quedé sin palabras. Aquí si quieren ver la página de los creadores.

El fantasma de la censura

Más bien el moticuco.

Wednesday, August 19, 2009

Tuesday, August 18, 2009

Monday, August 17, 2009

Mis bateros favoritos (parte VI)


La batería propia

Dejé la Facultad de Artes de la Católica en buen momento. Unos cinco minutos antes de que me botaran a patadas. Dos meses más tarde me puse a estudiar la carrera de diseño gráfico en el IPP.
Tres años después estaba en la calle buscando trabajo. Felizmente, la fortuna no se hizo esperar. Me ofrecieron el puesto de humorista gráfico en un periódico de dudosa procedencia y sin darme cuenta estaba otra vez ilustrando en diarios y revistas. Y recibiendo aquel tantísimas veces añorado sueldo propio.
Como vivía en la casa de mis abuelos, pude juntar billete. Hasta que finalmente llegó el momento que llevaba 25 años esperando: cogí todos mis ahorros y me compré la batería más grande que encontré.
No voy a entrar en detalles y tecnicismos que son solo menester de músicos. Pero mi teba tenía tanto cachibache que a veces me faltaba tiempo para darle un baquetazo a cada cosa.
Decidí prescindir de todos los grupos musicales a los que en algún momento acudí solo porque tenían un par de tambores pegados entre sí con un esparadrapo. Este era mi momento y no pensaba cambiarlo por nada.
Mi rutina diaria era esta: me despertaba a eso de las 11 am. Saltaba de mi cama a la mesa de dibujo (a unos 45 centímetros de distancia) y me ponía a chambear. Mientras tanto, escuchaba a mis grupos preferidos a todo volumen. Cuando me aburría de la música (generalmente lo que me aburría antes era tener que chambear), subía al techo donde en un cuartito cubierto de calamina tenía a mi preciosa Yamaha Stage Custom verde petróleo esperándome. Y le daba con alma. Dos horas seguidas. Luego almorzaba sin haber desayunado y volvía a mi mesa de dibujo. Terminaba todo aquello que tenía que entregar, cogía un taxi, lo dejaba en la redacción del diario y regresaba como una bala al techo de mi casa. A las nueve de la noche, exhausto, bajaba corriendo las escaleras justo a tiempo para saludar a mi mamá que llegaba del trabajo.
Y así me pasé un año y medio. De vez en cuando se apersonaba el Serenazgo de Surco con la única intención de joderme la concentración. Aprendí entonces que lo mejor era mostrarse simpático y generoso. Lo cual incluía Coca Colas a discreción y uno que otro sanguchito, acompañado de la promesa de que esa sería la última vez que haría tanto ruido.

-No hay palabras para lo que un músico experimenta entregándose a su instrumento. Y yo, que no lo soy, tenía las mías: no me jodan cuando estoy tocando-.

Todo fue felicidad hasta aquel día. El día que la Fama tocó mi puerta (tanto leer a Cortázar para nada). Sonó el timbre y bajé. Frente a mí, cuatro chicos (que ensayaban a solo unas cuadras de distancia) me dijeron que me habían escuchado tocar cada vez que habían tenido que ir a comprar el pan y que, ya que su batero oficial los había abandonado, pretendían hacer uso de mis servicios como percusionista.
Estaba a punto de mandarlos al carajo cuando me di cuenta de que entre ellos, prácticamente escondido entre sus propios hombros, se hallaba el Chino Chau, el extraordinario guitarrista de La Liga del Sueño.
Sin pensarlo ni media vez dije con mi gran y descontrolada bocota: ¿cuándo es el ensayo, muchachos?

Y a pesar de todo lo que aprendí del gran Mauricio Chau en esta posterior aventura, sin duda ese fue el primer gran error de mi vida adulto-contemporánea.
Por cierto, el horrendo grupo que formamos se llamó La Suite.

Wednesday, August 12, 2009

Tuesday, August 11, 2009

Feliz cumpleaños, Heduardo


Y en este día, quiero regalarle el cumplido que nunca le llegó. Esto se titula:

Entonces, el horror

Año 2001. O por ahí. Beto Ortíz me avisa que Somos se ha quedado sin dibujante, que si me quiero presentar al puesto. Por supuesteishon, digo yo y voy corriendo con mis dibujos a ver a Fernando Ampuero. Le muestro mi chamba y Fernando se ríe y parece que los vidrios de la oficina se vienen abajo. No es que sea buenísimo lo que le enseño. Es que así se ríe Fernando.
Me dan el trabajo. Y me dicen que esa misma semana Jaime "El Poeta" Rodríguez me haría una nota que sería publicada en el número de mi debut en la revista.
Una mañana de entre semana, Jaime se aparece en mi casa. Por el cacharro calculo que tiene mi edad, o tal vez menos. Y se lanza con algunas preguntas. Después de dos o tres, que respondo con ímpetu juvenil, me percato de que no tiene grabadora. Ni siquiera una libreta que garabatear. Se lo hago notar. Me dice que no me preocupe, que tiene buena memoria.
Ah, me quedo tranquilo.
El cuestionario incluye una que puedo decir que es mi preferida (con dos entrevistas en toda mi vida, escoger una pregunta preferida es fácil): ¿Quién es tu caricaturista peruano favorito?
Recuerdo que respondí: Mi humorista gráfico favorito es Heduardo.

Acá hago un paréntesis. No es lo mismo un caricaturista que un humorista gráfico. Las diferencias, en un próximo capítulo.

Llega el ansiado sábado. Jaime me aseguró un par de días antes que la edición estaba cerrada con mi nota incluída. Cuánta emoción.
Compro El Comercio tempranito y rebusco entre las páginas del suplemento la entrevista que me haría famoso ("Porque no hacemos millonario a nadie, pero sí lo podemos hacer famoso" Ampuero dixit).
Entonces, el horror.
Ahí donde debía decir Heduardo, Jaime transcribió Alfredo.

Too much

Monday, August 10, 2009

Wednesday, August 05, 2009

Tuesday, August 04, 2009

JUAT???

La noticia aquí.

Monday, August 03, 2009

Mis bateros favoritos (parte V)


Las noches con La Última Pieza fueron de antología. Aprendí un huevo y sentí por primera vez en la vida que hacía música "profesional".
Aunque, después de cada ensayo, era escoltado hasta el paradero del Enatru por los miembros de la banda. Y recuerdo que el celo de mis compañeros me parecía exagerado. Hasta incómodo. Se me ocurría que esas cinco cuadras por la avenida México a las once de la noche las podía hacer con los ojos cerrados.
Hasta aquel día... un día que el ensayo se prolongó más de lo debido. El papá del guitarrista, que siempre parecía salido de una mina de carbón, nos advirtió por tercera vez que ya era hora de que nos calláramos. Guardamos los instrumentos, nos tomamos un par de chelitas medio tibias y cogimos rumbo al puente de la Vía Expresa. Cuando llevábamos un par de cuadras, pasamos de las risas al absoluto silencio. A unos cuantos metros delante de nosotros, caminando en dirección contraria, avanzaba como arrastrándose una enorme y apabullante mancha de pirañitas.
Comprendimos telepáticamente que no nos quedaba otra opción que seguir caminando inexorablemente hacia el encuentro de nuestro destino. Nos adentramos en el cardumen de niños con bolsas de plástico llenas de terokal en cámara lenta. Como si los segundos se hicieran repentinamente de piedra.
Mirando sin ver nada noté que los pirañas, más que organismos vivientes, se dejaban llevar por sus pies como los zombies de las películas. El gesto dibujado a punta de chaveta y las voces raspando el aire como lijas.
Rodeados y rendidos. Con cero posibilidades de salir indemnes. Y sin darnos cuenta, todo se acabó. Los pirañitas siguieron su curso fantasmal sin prestarnos la más mínima atención.
Un minuto más tarde, cuando ya la distancia era prudente, el Mono, cagándose de risa dijo "felizmente regresan de la chamba".
Y aunque de ésa no me salvaba ni una guardia pretoriana, me despedí aquella medianoche de mis amigos, eternamente agradecido.

Finalmente, todo lo que sube siempre se termina jodiendo. Con el pasar de los meses conseguimos un productor y el ambiente se empezó a enrarecer. La informalidad que nos caracterizaba se perdió y de paso se llevó consigo las ganas de tocar. El primer guitarra renunció y nos quedamos sin local de ensayo. A todo eso se puede sumar el que conociera en la universidad a mi primera novia de la vida. Con lo que dejé atrás tambores, platillos y baquetas para dedicarme de lleno a mi recién estrenada obsesión: tirar.

Las entrevistas


Hoy salieron dos, como si se hubieran puesto de acuerdo. Una es a Carlín en video y la otra es escrita a Alvaro Portales. Por cierto, el blog de Ciudadano Pop está bien paja. Ya voté por el en Los 20 blogs peruanos del 2009

Venezuela

Las del finde



El primero es el ex presidente venezolano Rómulo Betancourt, quien en su momento se opuso a todas las dictaduras en el continente americano, incluida la de Castro.