Hecho: sea quien sea el que quede inmediatamente detrás de (o entre) Humala y Fujimori en las encuestas del domingo 3 de abril (Toledo, Kuczynski o Castañeda), voy a votar por él.
Premonición: imaginemos por un momento que Humala no gane las elecciones del 2011. Si el próximo gobierno no realiza una verdadera reforma (educación, salud, justicia y un largo etcétera), Humala ganará las elecciones del 2016.
