Thursday, December 30, 2010

Wednesday, December 29, 2010

Monday, December 27, 2010

Thursday, December 23, 2010

Wednesday, December 22, 2010

Tuesday, December 21, 2010

Friday, December 17, 2010

Wednesday, December 15, 2010

Sunday, December 12, 2010

Friday, December 03, 2010

Thursday, December 02, 2010

Wikileaks (II)

Otra ventaja en la era de la información inmediata, y como diría Don Vito Corleone: Si a Assange le cae un rayo, si su avión se precipita al mar o su barco se hunde en el océano; si sufre fiebres mortales o su auto es arrollado por un tren... se armaría un chongazo.
Así que por ahora solo se le acusa de violación.

Wednesday, December 01, 2010

Wikileaks

No creo que Wikileaks sea ni bueno ni malo. Me parece un fenómeno más bien relacionado con la era de la información inmediata y el fin del periodismo como lo conocemos hoy en día. En fin, un rollo mío.
Lo que importa aquí es la impresionante repercusión del Cablegate. Y he aquí lo que veo: en medio de noticias de gran relevancia, también se puede encontrar la rica cochinadita.
Me explico. Que los países árabes quieran que Norteamérica corte la cabeza de la serpiente (Irán), o que los gringos ofrezcan presos de Guantánamo con $85,000 bajo el brazo, o que EEUU haya metido las manos para presionar a la justicia española en el caso Couso, eso me parece importante.
Que a la Kirchner le zumbe la azotea, que Gaddafi use bottox, y que Berlusconi se pase el día resaqueado, eso me parece magalysmo.

Tuesday, November 30, 2010

Monday, November 29, 2010

Thursday, November 25, 2010

Wednesday, November 24, 2010

Tuesday, November 23, 2010

Monday, November 22, 2010

Thursday, November 18, 2010

Demasiado entusiasmo

Forges en uan

Esta viñeta es una típica muestra del chiste en el que primero sueltas un sonoro JA para luego pasarte el resto del día sumido en la más oscura tristeza.

Wednesday, November 17, 2010

La inquisición subliminal

Condones en la Catedral

Mi papá no hablaba de sexo. Nunca. Sospecho que era porque en su casa tampoco se abordaba el tema con naturalidad. Fue a insistencia de mi madre que mi padre –renunciando a su natural parquedad en esos temas ásperos, incómodos– tomó cartas en el asunto para que yo, su hijo de catorce años recién cumplidos, obtuviera alguna información y no me descarriara pipilépticamente.

Fue así que una mañana de sábado de 1990, mientras me cambiaba para ir a jugar fútbol, recibí mi única peculiar clase de educación sexual familiar: hundí mi pie derecho en la zapatilla e identifiqué un cuerpo extraño, blando en el fondo del zapato. Pensé que se trataba de una cucaracha y, azorado, retiré violentamente el pie. Cuando puse la Reebook de cabeza lo que cayó al suelo no fue un insecto, sino un condón. Uno rojo. Mi padre no había encontrado mejor manera de ‘hablarme’ de sexo que camuflando un preservativo en mi zapatilla. Ya con el condón en el bolsillo, empecé a buscar información por mi cuenta para usarlo adecuadamente. Entonces no había Internet, ni cable. Tampoco era sencillo plantarse en una farmacia y pedirle a la boticaria que te explicara cómo funcionaba el jebe. Te miraban como si fueses una tarántula. Como Cipriani miraría al ministro de Salud, más o menos.

Con todas esas limitaciones, solo quedó el método habitual: hablar con la gente del colegio. Peguntar, curiosear, agotar las intrigas que alrededor del condón se acumulaban. Ya después, premunido de cierta base, procedí a husmear en libros o revistas (más revistas que libros, para ser franco). Tenía muchas ganas de usar el forro pero quería hacerlo sin riesgos. Sobre todo después de oír en el colegio el rumor, el mito jamás constatado, de que a un chico de quinto, por tener relaciones sin condón, se le había caído el colgajo.

Así era antes. Cuando no había data. Cuando la tiranía del tabú uniformizaba la ignorancia. Cuando ni papás, ni profesores, ni mucho menos curas te hablaban con franqueza. Felizmente la información siempre se las ingeniaba para llegar. Había que depurarla, pero llegaba. Intuyo que ahora, cuando hay tantísima información al alcance de todos, cuando ya se han vencido ciertos inútiles pruritos alrededor del sexo, cuando ya se habla sin vergüenza, los adolescentes están más protegidos que antes. Es cierto que en muchos sectores, los más humildes, aún reinan el silencio y el desconocimiento, pero justamente por eso es que conviene hablar en voz alta. Para superar de una vez esa sordera producto de tanto secretismo mojigato y pantirrolludo.

Que a estas alturas del partido el Cardenal Cipriani se ofusque porque el Ministerio de Salud reparte preservativos me parece francamente un chiste. Un mal chiste, por cierto. Incurre en el humor involuntario el Cardenal cuando dice que el ministrotraiciona a Jesucristo al facilitarles condones a los jóvenes del país, y no dice ni pío (el muy pío) sobre la continua y faltosa racha de pedofilia que le debemos a la Iglesia Católica que él tan políticamente representa desde el púlpito. [Una curiosidad marginal: cada vez que escribo el apellido Cipriani en Word, el correcto ortográfico lo subraya con rojo. Es decir, que ni el Word lo reconoce].

A punto de despenalizar las relaciones sexuales entre adolescentes de 14 y 18 años (¡ya era hora!), la repartición de profilácticos suena a medida sensata, cauta, pero sobre todo realista. Decir, como dice el Arzobispo, que entregar condones fomentará “el libertinaje sexual” es hipócrita. Es miope también. Los adolescentes han tenido, tienen y tendrán sexo, independientemente de lo que diga la Constitución y de lo que piense el Cardenal. El modo en que lo tengan, y su grado de responsabilidad, dependerán de la educación y los ejemplos que reciban en casa y en la escuela. Desde mi punto de vista, lo único que hace el ministro de salud es proteger a los jóvenes de embarazos indeseados que propicien abortos traumáticos.

Leo las declaraciones de Cipriani y, la verdad, me provoca ir este domingo a las afueras de la Catedral y repartir preservativos gratuitamente entre los feligreses. Estoy seguro de que más de uno agradecería el gesto. Incluso, de darse el caso, también se los podríamos repartir a algún curita ajochado e hiperactivo que, en la soledad de la calle, se franquee.

¿Alguien se anima a acompañarme?


Renato Cisneros

Tuesday, November 16, 2010

Friday, November 12, 2010

Thursday, November 11, 2010

Wednesday, November 10, 2010

Friday, November 05, 2010

Thursday, November 04, 2010

Wednesday, November 03, 2010

Tuesday, November 02, 2010

Saturday, October 30, 2010

Friday, October 29, 2010

Y ya que es viernes...





Un emotivo homenaje a las chicas con tatuajes.

Thursday, October 28, 2010

Dibujo con fábula

Dos Políticos

Dos Políticos intercambiaban ideas acerca de las recompensas de la función pública.
-El premio que más deseo -dijo el Primer Político- es la gratitud de mis conciudadanos.
-Eso sin duda debe ser muy gratificante -dijo el Segundo Político-, pero para obtenerla no hay más remedio que retirarse de la política.
Por un instante los dos se miraron con indescriptible ternura; entonces el primer político murmuró:
-¡Hágase la voluntad divina! Ya que no hay esperanzas de recibir ese premio, conformémonos con lo que tenemos.
Y sacando la mano derecha del tesoro público, juraron darse por satisfechos.

Ambrose Bierce, Fábulas Fantásticas.

Wednesday, October 27, 2010

Tuesday, October 26, 2010

Monday, October 25, 2010