Despertares

¿Cómo se puede tener un buen día si lo primero que escuchas es el jodido sonidito del despertador?
No importa si es tu canción preferida. O un tono monótono y anónimo que se repite hasta el cansancio. O el clásico repiqueteo metálico de reloj de abuelo. Siempre resultará odioso.
Pero si urge la prisa por madrugar, no recomiendo usar el truco de los "cinco minutitos más" manipulando con habilidad el despertador (una habilidad cuasi telekinética si tomamos en cuenta que tenemos los ojos cerrados). Las probabilidades de error al presionar los botones son casi tantas como las de un coitos interruptus después de llevar un par de horas chapando y toqueteando.
Y si hablamos de un despertar horrible no hay nada como hacerlo con resaca. La primera impresion es la de que el ruido del aparato infernal proviene de tu interior; más exactamente desde el espacio que hay entre las sienes y el cráneo. Si sucede un día de semana, tu trabajo será doblemente insufrible. Pero si te pasa un sábado, tu apestosa presencia será percibida inmediatamente y a kilómetros (y sin siquiera ser visto) por todos los asistentes al bautizo /o velorio /o matrimonio y/o funeral.

Deben existir mejores formas de despertar. A mí por ejemplo se me ocurre que no estaría mal escuchar a diario la voz de Penélope Cruz cuando dice, tan española ella:

.......abre los ojos.......

¡Ay, qué rico!